La historia gira en torno a Kyouhei, un estudiante universitario que creció en una remota villa que adora a una especie de robots conocidos por el nombre de kukuris como si fueran dioses. Kyouhei toma la decisión de abandonar su pueblo y se translada a Tokyo. Sin embargo, allí se encuentra con su hermana menor Utao, que le avisa sobre un fugitivo llamado Aki y quien junto a su kukuri es el culpable de un homicio que ocurre en Tokyo. En ese momento, Kyouhei se da cuenta que no es tan fácil de escapar de las tradiciones de su villa.
Este anime está bien, no es que sea una obra maestra pero no esta mal. La historia a simple vista parece buena, pero a lo largo de la serie no saben aprovechar el potencia del argumento y empieza cansando un poco. Al menos a mí me paso eso. A lo largo de la serie hay capítulos buenos, pero otros que no aportan casi nada y son aburridos.
Otra de las cosas que veo mal es que tratan muchos temas que al final se quedan sin resolver, es decir, el anime queda totalmente abierto. En vez de haber perdido el tiempo con temas sin importancia que se van a quedar sueltos, podrían haber aprovechado y darle más juego a la historia, que se puede trabajar mucho con un argumento así y dar lugar a una obra maestra.
El tema de los kukuris y del pueblo son muy interesantes, además de que el protagonista está envuelto en un misterio que a mi me gustó mucho.
Otra de las cosas a destacar es que aparecen muchos personajes que apenas hacen nada, desperdiciando tiempo a lo largo de la serie. Y por supuesto la protagonista fememina (aparte de Utao) tiene enormes pechos, que como ya se sabe traerá algunos problemillas de celos entre ella y alguna que otra chica.
El opening es bastante raro. No me gustó, me lo saltaba, cosa que no suelo hacer, ya que me encantan los openings, pero este no.
En fin, resumiendo, no es una serie buena, pero tampoco está mal. Aún así no es de las series que recomendaría a nadie.
Aquí van algunas imágenes de la serie.
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